Conducción eficiente: consejos prácticos y sencillos

Conducir de forma eficiente implica la reducción del gasto en combustible y de la contaminación, pero para conseguirlo es recomendable seguir unas pautas que eviten dañar el vehículo. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) advierte que un tipo de conducción ecológica, en comparación con una normal, reduce las emisiones de CO2, uno de los gases que influyen en el proceso de cambio climático. Concretamente en lo que respecta a los beneficios económicos, esta conducción puede llegar a suponer un ahorro medio de combustible de entre un 10% y un 20% y contribuye, al mismo tiempo, a recortar la inversión que el usuario del coche deberá realizar en  mantenimiento del vehículo.

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Aquellos conductores que decidan adoptar una conducción eficiente deberán, en primer lugar, arrancar el motor sin pisar el acelerador y, una vez comienza la marcha, se recomienda emplear las marchas de forma adecuada, intentando circular en las más largas como sea posible y a bajas revoluciones. Esto no significa ahogar el coche y que éste vaya forzado, ya que se podría provocar una avería. Igual de importante es, según los expertos, hacer un correcto uso del embrague, pero nunca abusando de él a la hora de frenar.

Es importante que el interior del vehículo se mantenga con una temperatura óptima, evitando hacer un uso excesivo del climatizador o del aire acondicionado porque estos incrementan el consumo de combustible. Asimismo, es preferible que las ventanillas estén cerradas para reducir la resistencia aerodinámica, especialmente si se está conduciendo a altas velocidades.

Las revisiones periódicas de los neumáticos son indispensables para que no se produzca una excesiva resistencia al rodamiento, ya que el calentamiento del neumático precipitará el deterioro de la rueda y, por tanto, pondría en peligro la seguridad. Hay que ajustar la presión, especialmente si se lleva una carga mayor de la habitual, aunque es recomendable realizarlo al menos una vez al mes. Mantener los niveles y filtros también implica un ahorro de combustible y una rebaja considerable de las emisiones contaminantes.

Por último, no abusar de la velocidad –ya que el consumo de dispara a partir de los 100 kilómetros por hora-, no acelerar y frenar constantemente, evitar la sobrecarga en el coche, frenar de forma suave con el pedal de freno y apagar el motor en paradas prolongadas –más de un minuto y medio, por ejemplo- son otros de los consejos que el conductor debe tener en cuenta.

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